Saltó el Barça a Montilivi volviendo
nuevamente a ese 4-3-3 con extremos que sigue sin funcionar. Pero al menos daba
la sensación de que se salía con la intención de hacer un partido serio. Aunque
fuese con poco brillo. De esos que ya se cuentan por decenas en esta temporada.
Dicho con otras palabras: no hizo falta
más de diez minutos para tener claro que iba a ser un partido-siesta a la hora
de la siesta, con menos ritmo que una canción de Alex Ubago.
Tan anodino fue que la única noticia
destacable del primer tiempo fue la lesión de DembeLOL. “Justo cuando parecía que había despertado…” es una frase que ya se
ha repetido varias veces desde aquel fatídico día de 2017 en el que llegó el
francés al Barça. Es lo que tiene apostar por alguien que te ha defraudado
tantas veces: que no te puedes sorprender de que cuando más te va a hacer falta
–el calendario se pone cuesta arriba de partidos– no vayas a poder contar con
él. Además, su contraparte en la otra banda, Raphinha, tampoco ofrece mejores
prestaciones. El brasileño apuntó algunas buenas maneras a principio de
temporada pero, conforme ésta avanza, va cuesta abajo y sin frenos. Hoy confirmó que no tiene nivel para el
Barça. En realidad, el Raphinha que hoy se vio en Girona no tendría nivel ni
para el Leeds United. No fue extraño que a Ansu, jugando como punta único,
apenas se le viera. Y es que es más preocupante el nivel que mostraron ellos
dos que la lesión del francés.
Al menos, la lesión de Ousmane sirvió
para dar entrada a Pedri, propiciando la vuelta a los cuatro centrocampistas y a
una ligera mejoría del equipo, que apenas salía de su juego lento y plano. Solo una buena combinación –casi la única del partido– permitió a Ansu
abrir para Alba cuyo centro aprovechó el propio Pedri para adelantar a los
suyos. Son 28 partidos del canario con Xavi como entrenador
y unos números que firmaría el mejor box-to-box de la Premier: 11 remates a
puerta y 8 goles.
El Girona sin nada que perder, aumentó
una marcha más en su juego y en su agresividad. Suficiente para que volviera a
salir la vena más cholista del
equipo: el 1-0 es botín suficiente para echarse atrás y confiar en que en 18
partidos, solo se han encajado 6 goles. Y 3 los hizo el Real Madrid. Cuando Xaviregui
dio entrada a un defensa y a un centrocampista de corte defensivo dejando al
equipo sin ningún delantero –lo habría firmado el mismísimo Javier Clemente–
quedó claro que hay una parte del mal juego del equipo muy achacable al
técnico. Sería el momento de defenderse con el balón, pero a la mayoría de
los jugones les tiemblan las piernas y es más fácil pertrecharse en el área y
confiar tanto en la calidad de tu portero como en la torpeza de los delanteros
rivales. Tantos partidos después haciendo lo mismo no pueden achacarse a la
casualidad. Sí, los números son excelentes. Proyección de 100 puntos. Lástima
que den ganas de sacarse los ojos viendo algunos partidos.