Hasta el cierre de la fecha 1 de la fase de grupos en el Mundial, los seleccionados africanos no habían podido convertir. Recién en el debut del último representante (Ghana) el continente africano pudo festejar con los goles de André Ayew y Bukari en la derrota 3-2 con Portugal.
Sin embargo, mientras en los primeros partidos los africanos no pudieron inflar la red (Senegal 0-Países Bajos 2, Túnez 0-Dinamarca 0, Marruecos 0-Croacia 0 y Camerún 0-Suiza 1) varios hijos del continente sí lo pudieron hacer, pero representando a otros países.
Aunque Liberia nunca estuvo en un Mundial —y en este lejos estuvo de clasificarse—, seguramente en las calles de Monrovia muchos hayan gritado el gol de Timothy Weah para el 1-0 parcial de Estados Unidos sobre Gales. Y es que Timothy es hijo de George, único Balón de Oro en la historia proveniente de África y hoy presidente de su país. En el plantel estadounidense también está Yunus Musah, cuyos padres son ghaneses.
También con sangre africana llegó el primer gol de Países Bajos para abrir el marcador en un duro partido ante Senegal. Cody Gakpo, que anticipó con un cabezazo la salida de Edouard Mendy, es hijo de un ghanés —cuando era juvenil rechazó jugar para Ghana— con raíces además togolesas. En la segunda fecha para los holandeses, otra vez Gakpo se despachó con un golazo de zurda en el empate contra Ecuador.