Si habláramos de un género trillado, quizás los FPS (First Person Shooter) serían una opción lógica. Con el paso de los años los títulos de tiroteos en primera persona han intentado encontrar nuevos elementos que acompañen a la espectacularidad de la visión subjetiva. Una de esas novedades ha sido dotarlos de una cierta personalidad desde el punto de la vista de la historia.

Como es obvio, eso no es sencillo. Pocos han conseguido aunar un gameplay dinámico y divertido a la vez que una trama que nos pueda atrapar desde el primer momento. En este sentido, el legendario BioShock juega en su propia liga.

El complicado desarrollo de Atomic Heart a cargo de Mundfish fue capaz de captar el interés del público general en años anteriores. Se le llegó a calificar como el BioShock ruso, algo que puede ser un verdadero halago, pero también una losa difícil de llevar. Con todo esto en mente, procedemos a daros nuestras impresiones de esta nueva propiedad intelectual que se postula como uno de los títulos más atractivos de estos primeros compases de 2023.

Universo paralelo

El estudio encargado de plasmar la historia de Atomic Heart le ha dotado de un trasfondo francamente atractivo: la Unión Soviética se ha proclamado vencedora absoluta de la Segunda Guerra Mundial gracias al prodigioso descubrimiento de un polímero que le ha permitido avances en diversos campos como la robótica, lo que les sitúa muy por encima del resto de competidores. Las otras naciones del planeta les miran con una envidia malsana.

En una URSS distópica situada en 1955 se encuentra nuestro protagonista, el malhablado Mayor Sergei Nachaev, que se ve empapado del sentimiento patrio en un despliegue inicial que nos devuelve sin quererlo ni beberlo a la maravillosa introducción de Rapture en el descenso a las profundidades. Es el paso previo a la activación de Kollectiv 2.0, la nueva versión de la red que une y controla todo. En circunstancias normales, sería un momento a recordar y de hecho lo es, pero básicamente porque ese idílico mundo se pone patas arriba y los robots se lanzan a acabar con los seres humanos.

Reminiscencias del pasado

Armado con un hacha y con su guante Char-les capaz de desplegar todo tipo de poderes gracias a las virtudes del polímero, nuestro protagonista tiene que averiguar qué es lo que ha ocurrido en el ‘roboapocalípsis’ que se ha desatado en la instalación 3826. El uso de las armas y los poderes hace inevitables las comparaciones con el ya citado BioShock y su implementación es excelente, ya sea para desbloquear ciertos elementos en nuestra andadura sino también en la flexibilidad. 

Se podrán reasignar los puntos de las habilidades basadas en el polímero en las estaciones NORA, pudiendo optar por unos poderes u otros más allá del básico Zap (que no deja de ser una descarga eléctrica para paralizar enemigos y activar elementos de nuestro alrededor) en relación con el momento y con los jefes finales, que son un prodigio tanto de diseño, comportamiento y dificultad.

Asimismo, nuestro arsenal se va a ver reforzado desde el primer momento con la clásica escopeta. También vamos a irlo incrementando en base a la exploración de nuestro mundo tanto para descubrir los planos para municiones que van a combinar perfectamente con los poderes, como para las propias mejoras destinadas a incrementar el daño, reducir el tiempo de recarga o el cargador de nuestra arma. Como decimos, la combinación de ambos factores ofrece una sinergia la mar de interesante en una aventura que perfectamente nos ofrece por encima de las 20 horas y más si nos empapamos de todo el trasfondo que rodea este mundo paralelo.

El juego presenta sus luces y sus sombras. Se nota en la disparidad que hay en las secciones más controladas que se podrían equiparar con las típicas mazmorras, un verdadero prodigio en su diseño y ejecución, en contraposición con las del mundo abierto. Por desgracia, palidecen cuando se comparan y desconocemos cuál puede ser el motivo, ya fuera por exceso de ambición, falta de tiempo u otro aspecto, pero deja lo que podría haber sido un título sobresaliente en una escala inferior sin que eso sea malo.

Por último, comentar que hemos disfrutado de Atomic Heart en la versión para PS5 y el juego se comporta de forma extraordinaria con excepción de algún momento puntual, ya sea en niveles cerrados o abiertos, donde la imaginación de la dirección artística se despliega de forma sensacional. No tiene nada que envidiar nada a lanzamientos contemporáneos. Decir también que el juego se ha localizado a nuestro idioma en un trabajo notable y que no es para todos los públicos debido al lenguaje malsonante tan habitual en nuestro protagonista, que tiene todo tipo de comentarios para referirse a los enemigos. 

Mención aparte merece la absurda situación que se ha creado en las redes sociales con el origen ruso del estudio desarrollador de este Atomic Heart. Mezclando churras con merinas en relación con la despreciable invasión de Ucrania a cargo de Vladimir Putin, se han vertido muchas críticas innecesarias (e injustas) sobre este juego, que nada tiene que ver con el contexto político que tenemos actualmente. Su desarrollo se ha llevado a cabo a lo largo de los años y no hay ninguna intención de ensalzar el modelo soviético ni nada que se le parezca. Supongo que hay gente que confunde el tocino con la velocidad cuando se habla de juegos.

Conclusiones

Atomic Heart es una ambiciosa propuesta a cargo de Mundfish que nos sitúa en un mundo que nos recuerda poderosamente a aquel maravilloso BioShock de Ken Levine y, aunque las comparaciones son injustas, lo cierto es que muchas de sus propuestas aguantan el tipo bastante bien, pero se convierten simultáneamente en su mayor enemigo.

La disparidad en la ejecución de los niveles abiertos en comparación con los ‘cerrados’ deja un sabor de boca agridulce, pero que no desmerece el conjunto en sí pese a lo que podría haber sido. No obstante, Atomic Heart se convierte en un título más que interesante para estos primeros compases del año, absurdas polémicas aparte, y no podemos dejar de recomendarlo si os gustan los FPS con una historia que te atrapa, que es precisamente lo que ocurre en este caso.

Suscríbete por solo 2,99€

Apoya a un autor y accede a todos

Unirse

0 Comentarios